He estado 20 días en Xalapa, la ciudad peregrina y exótica. Aunque el clima me molesta un poco, en todo caso me gusta este lugar.
La zona donde vivo es un patio, en el cual hay unas casas de diversos colores con muchas plantas y animales. Por eso cuando llegamos, nos dio un sentimiento como si estuviéramos en el paraíso.
Al salir del patio, se presenta una imagen totalmente diferente con la de China:acá las construcciones son bajas, casi no se puede ver un edificio más de tres pisos.Sin embargo, a lo largo del camino, puedesentirse un ambientefresco: siempre tiene que andar arriba de un momento y abajo de otro porque la ciudad se funda acerca de una montaña; tambiénpuede encontrar unas tiendas que venden tacos muy a menudo, los cuales son comidas típicas de México.
Al final de la calle Úrsulo Galván se aparece un parque.Allá hay muchos puestos que sirven elotes, así como hot-dogs, hamburguesas, churros y herados. Casi todos los días se presentan unos espectáculos,aunque no soy capaz de entenderlo todo, son muy emocionados.
Además de lo que he notado, en esta parte de la ciudad – que se conoce como el centro –también hay una iglesia principal, el gobierno y muchas tiendas.